domingo, 16 de enero de 2011

A veces sientes que algo no va bien…

(prólogo)
A veces sientes que algo no va bien…  aunque desconoces qué.  Los pensamientos te desbordan, no eres capaz de ordenarlos de manera lógica y tu cuerpo se agarrota. Empiezas a hacer algo pero enseguida recuerdas otra tarea pendiente y dejas la anterior, al final no consigues acabar ninguna y todo se va acumulando.  Podemos hacer las cosas de una en una, incluso de dos en dos pero no todas al mismo tiempo, es como si quisiéramos vaciar un rio con las manos, coges agua, pero el torrente sigue corriendo sin cesar. Son tantas las ideas que quieren atención que te marean, y tu estomago sufre las consecuencias. Parece que esta vacio y al mismo tiempo parece que lucha por salir como si no le llegara el espacio, y a ti lo que te parece es que no te llega el aire. Te falta algo, algo se escapa y no eres capaz de hacer que vuelva,  y enseguida culpas al tiempo. Parece que el tiempo va más rápido de lo normal y mientras, esas ideas siguen ahí mezclándose ahora con las sensaciones de mareo y angustia. Pero el tiempo sigue pasando de la misma manera, de hecho, es lo único que sigue igual. No ha cambiado. Lo que ha cambiado es tu capacidad para reaccionar. Son tus decisiones las que parece que no vayan a llegar nunca.
La sociedad en la que vivimos no determina, pero influye enormemente en que sintamos esta sensación de estrés o ansiedad. Siempre hay episodios en que las sensaciones y pensamientos parecen desbordarnos, pero tomarnos un momento de calma o no puede ser decisivo. No debemos de intentar abarcarlo todo de golpe, pues así no conseguimos atajarlo sino más bien retardar más la solución a cada uno. Primero tenemos que establecer criterios, criterios razonables y no impulsivos ya que tendemos a equivocarnos escogiendo el orden por la prisa en hacer las tareas. Por ello influye mucho el ambiente en el que estemos, inmersos en una sociedad en la que todo está concentrado en un espacio muy pequeño y donde el movimiento tanto de personas, como objetos e incluso (y muy importante) el gran tráfico de información, no nos ayuda precisamente en estas situaciones. Cuando el tiempo se acelera y tú te quedas paralizado, cuando dejas de ser dueño y señor para convertirte en un mero espectador, aparece entonces lo que más temíamos… el miedo ante la idea de perder el control. Si todo nuestro alrededor permanece en movimiento constante nuestra sensación de parálisis aumenta más y más y nos cuesta aún más encontrar el momento de calma para equilibrar un poco la mezcla.
No es lo mismo encontrarse en un lugar tranquilo donde no hay apenas movimiento que nos aporte sosiego y calma para pensar. Donde  nadie que nos apure ni nos meta prisa. Donde tengamos nosotros y solo nosotros el control. Como es imposible de conseguirlo literalmente lo mejor es ser prácticos y aprender a inhibir el resto.
Hasta aquí tenemos un poco más claro en qué situación estamos y como tener el control necesario para sobrellevarla. Pero se complica de nuevo si intentamos establecer la causa. Nos encanta echarle la culpa a algo, así que repasamos una inmensa lista de posibles responsables. Si después de hacerlo no encuentras ninguna deberías de replantearte que esta puede ser una de esas situaciones en las que ``a veces sientes que algo no va bien..’’ y que la causa de tu miedo sea nada más y nada menos no saber a que debes de tener miedo.
Si repasando la lista una y otra vez no encuentras nada fuera de lugar o que no tenga una solución simple por lógica aplastante, ese cumulo de sensaciones no tiene ningún fundamento. Aunque esto no quita que hayan llegado ahí y que haya que tomar una decisión de qué hacer con ellas. Nos acostumbran a ir consiguiendo cosas, la propia naturaleza del ser humano tiene el defecto de ser insaciable y querer siempre ``un poco más´´. Tenemos metas y muchas las hacemos, pero también muchas no las hemos marcado nosotros mismos. Así, aunque conseguimos cosas al contrario de lo que pensamos, no nos hacen felices. Porque si eres un exprimidor de naranjas lo que quieres es naranjas y no otra cosa como por ejemplo servilletas, lo único que nos hará sentir conseguir cosas inútiles es inútiles. Si, queremos controlarlo todo, incluso las cosas inútiles…gran defecto, pero ¿Por qué?
 Los niños tienen miedo de la oscuridad no porque no haya luz en si, sino porque dejan de ver y por lo tanto de saber qué es lo que hay en esa parte tan oscura. Y ya de adultos nos pasa lo mismo, hay momentos en los que nos centramos en una cosa, en un túnel y no sabemos lo que pasa fuera de ahí, queremos controlar el resto pero como no podemos centramos nuestro control en cosas más asequibles y si perdemos este en ellas, si ni sobre las cosas insignificantes somos capaces de mantener el control, nos desquiciamos.  Desconocer lo que va a pasar nos asusta, no poder controlar algo nos asusta y es lógico, pero no lo es si ni siquiera ha ocurrido. Ahí empieza la imaginación infantil a imponerse a la realidad... en la habitación sabes que no hay nada extraño aunque este la luz apagada pero ¿y si…?
Ahora tienes dos opciones.
Seguir paralizado intentando ignorar el miedo, que se trasforma en esa molesta sensación de ansiedad y que te impide valorar la situación e intentar tantear distintas decisiones a ver si aparece la acertada antes de que el tiempo se escape para ti…
..o bien calmarte, coger aire, ignorarlo todo por un minuto, y tomarte los siguientes 5 , 10 o los que sean necesarios para organizarte. Primero saber si esa sensación de tranquilidad es real o infundada ya que si hay una causa concreta solo tienes que solucionarla. Pero sino, enfrentarte a ese miedo y pasar del, el resto de sensaciones van minimizándose poco a poco solas. Así que ahora tienes toda la calma del mundo para valorar el batiburrillo de ideas que luchan por captar tu atención y tomar por fin y con calma la decisión correcta para zanjar el asunto y poder seguir teniendo el control, no del tiempo ni de lo que desconoces pero si por lo menos de todo lo que ronde por tu cabeza y que quiera hacerte pasar un mal rato.

1 comentario:

  1. "Desconocer lo que va a pasar nos asusta, no poder controlar algo nos asusta y es lógico, pero no lo es si ni siquiera ha ocurrido"
    Que difícil es vencer al miedo, o mas bien hacer que el miedo no nos limite... ains.
    Suerte con tu blog ahijHadita ^^
    Mua!

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