martes, 12 de abril de 2011

‘’Ni ahora, ni siempre ni nunca’’

Parece mentira como la mayoría de nosotros cometemos el mismo error. Y no solo eso, sino que a pesar de saberlo seguimos haciéndolo una y otra vez.
Vivamos el presente. Vivir el ahora porque es lo único que hay, el mañana nunca llega y el pasado son meros recuerdos. El presentismo, vivir el momento sin preocuparse por el futuro. En parte muchas veces solo recurrimos  a él de forma cobarde cuando tememos las consecuencias que nos puedan acarrear nuestros actos.
Pero por ello no puedes vivir solo en el presente, el tiempo pasa, e igual que en la fábula de la cigarra y la hormiga, no podemos descuidarlo. Pues seremos irresponsables y pasaremos hambre mañana. Debemos cuidar cada paso de manera que optimizamos al máximo cada elección, cada cosa que hagamos para no cerrarnos ninguna puerta por un capricho tan infantil como es dejarse llevar por el momento. No debemos de dejarnos llevar por nuestras emociones, por algo tan primitivo, burdo, con una recompensa inmediata. De la cual os arrepentiremos cuando desaparezca y razonemos esa elección. Pero es que esta actitud no es menos cobarde que la primera. No vivir el presente por miedo a comprometer el futuro es absurdo. Se trata de vivir para y por algo que quizás nunca pase, o que cuando llegue no lo queramos, incluso que seamos nosotros quienes no lleguemos vivos a él. Si descuidamos esta parte cuando el futuro llegue no quedara nada vívido con lo que nos sintamos identificados como nuestro. Ya que siempre será una elección reprimida. Es por miedo a perder alguna otra cosa en el futuro por lo que perdemos de antemano la mitad de nuestro presente.
¿Qué debemos hacer entonces? ¿Vivir en el pasado? Al fin y al cabo lo único que quedara de nosotros son los recuerdos. Existimos como personas por los vínculos que creamos con otras y los recuerdos que estas tengan de nosotros es lo que somos. Ya que es lo que definimos como ‘’personalidad’’, esos patrones de conducta. No podemos borrar quien somos ni que hemos hecho. Cada una de esas partes es inamovible ya que ‘’lo hecho, hecho esta’’. Por ello debemos de tener cuidado con lo que elijamos. Para que no lleguemos al punto de sentirnos como si padeciéramos anosognoxia y no conocernos a nosotros mimos. O más que eso, no querer reconocer quiénes somos y hemos sido. Pues los recuerdos serán lo único que nos quede…
¡Mentira!
¿Con que actitud quedarse entonces? ¿Qué es más importante? El error no es equivocarnos al posicionarnos en a u otra, sino el mero hecho de hacerlo.
Es esa tendencia nuestra de extremizarlo todo, de no buscar el equilibrio de cada parte. ‘’ni ahora ni siempre ni nunca’’. Ni el pasado por si mismo puede determinar quiénes somos, ni la felicidad se encuentra a base de dejarse llevar por el momento, ni la preocupación por el futuro nos librará de sufrir el día de mañana. De igual modo que pare de nosotros si son los recuerdos que tenemos, la preocupación por el futuro nos dará cierta tranquilidad y felicidad de la misma manera que lo hará dejarnos llevar por las emociones en un momento dado.
Elegimos porque hay dos opciones de las que aventuramos resultados pero no son seguros al 100%. Hay millones de variables que pueden alterar el curso de lo que teníamos previsto. Por eso es elegir. Si supiéramos directamente qué nos va hacer felices solo habría esa única opción. Pero es por eso que elegimos, es por eso que nos arriesgamos a los caprichos del azar y por lo que todos y cada uno de nosotros nos equivocamos alguna vez.
No obstante es la misma oportunidad de elección la que nos da segundas oportunidades junto con la experiencia de lo ya vivido.
Equilibrio, escoger una actitud en cada momento no es ser una persona débil por no ‘’tener principios’’ sino el comportamiento más inteligente para encontrar la felicidad: viviendo cada momento y guardar buenos recuerdos para un futuro feliz.

1 comentario:

  1. Ai o presente, e o que representa....ás veces é o mellor escondite ante as decisións que temos que tomar (como ben apuntas) no tempo,nun futuro noutras é a situación presente da que tendemos a escapar e o presente é o inferno persoal. é curioso contemplar o pasado, e todo o que el significa. Realmente como di un amigo meu, cada persoa e os seus actos demostran unha esencia propia, e é esa a que dislumbramos nun pasado, esa esencia sempre permanece. E sempre tendo en conta como mediante eleccións imos construindo o noso futuro, pasiño a pasiño, sen darnos conta.
    Gustoume o tema, un biquiño

    ResponderEliminar